El blog de Alberto Dorfman Ben-Hur

Entre tantas tribulaciones me olvidé de mimarte.

Entre tanta angustia apagué mi corazón.

De tanto fuego han quedado solo unas brasas tibias.

Donde quedó tanta pasión amor mío?

No pude evitar poner un manto de hielo entre nosotros

Ni me di cuenta y me aislé cerrando la puerta.

Me obligue a ser insensible para no sufrir,

más de lo que soy capaz de soportar.

Mi corazón se convirtió en piedra y deje de llorar.

Hoy vuelvo a cantar y comienzo a sonreír,

gracias a tus ojos que a pesar del frío han quedado a mi lado.

Hoy vuelvo a sentir mi corazón palpitar y vuelvo a llorar.

Llorar de alegría y de emoción por encontrarte nuevamente.

Dejaré a un costado la tristeza, la angustia y la desesperación…

mis compañeras estos últimos años y regresaré a ti nuevamente.

Amada mía, pedir perdón por haber sufrido no me sale.

Me sale decirte cosas bonitas y decirte que pude sobrevivir gracias a ti.

A tu sonrisa, a tus pasos delicados en torno a mi, a la confianza entre nosotros, tu respiración y tu perfume.

A todos esos momentos que fueron formando la fortaleza de mi alma.

Ahhh… si supieras. Cuantas piedras tuve que sortear en el camino para llegar hasta aquí.

Pasaron inviernos, otoños y veranos. Pero las primaveras ni las sentí.

Ahora me estoy despertando y como siempre: después de una larga pesadilla me encuentro con tu rostro que calma mi desconsuelo.

PD: te cuento que últimamente he comenzado a escuchar música y que me hace bien. De todos modos, te pido un poco de paciencia, aún no me recuperado del todo.

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