Como arena entre mis dedos se fue desvaneciendo tu presencia.

El roce de tu mano con la mía tu calor en mi cama, el perfume en mi almohada y tu sudor en las sábanas.

Uno por uno, fueron cayendo tus cabellos de mi ropa y tus recuerdos en mi casa.

Tu sonrisa y tu mirada pasaron a la memoria. Cenizas de un fuego que quema.

Las largas charlas de verano. Sin decir nada, expresando todo.

Las caminatas nocturnas y el café tocando tu rodilla con la mía.

Fueron quedando en el álbum que miro cada tanto con una sonrisa.

Si amarte fue un error, fue un dulce error.

Si fue un sueño, no voy a despertar.

Si fue una locura, aún estoy loco.

Si fue una enfermedad, no me curé.

Si fue un regalo, lo conservo agradecido.

Si fue una lección, no aprendí vivir sin ti.

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