Si nos quejábamos de la pandemia y sus consecuencias, qué haremos cuando nos ataquen los efectos post-pandemia?

El coronavirus, con todas sus implicancias, nos tomó de sorpresa. Con los adelantos científicos a toda marcha le perdimos el miedo a las enfermedades.

Lo bueno de la pandemia es que podemos achacarle todos nuestros fracasos al virus y al gobierno que no sabe cómo combatirlo. Actualmente, el gobierno rige nuestros mínimos pasos: por donde caminar, por donde no.

Dónde comprar, cómo viajar, cómo hacer gimnasia y cómo ver a nuestra familia.Para cualquier cosa que no nos gusta, que nos sale mal o que no queremos hacer, tenemos una excusa: el COVID 19.

Cuando acabe la cuarentena y seamos libres de hacer lo que nos venga en gana, a quién culparemos por nuestras propias crisis?

Cuando nos demos cuenta que el mundo cambió y nosotros somos los mismos que antes de que nuestra vida se quedara congelada en el tiempo en Febrero de 2020.

Cuando nos invada el vacío por no saber qué hacer con tanta libertad a nuestra disposición. Cuando descubramos cuanta gente perdió y cuanta ganó en esta partida.

Cuanta gente quedará en el camino sin posibilidades de levantar cabeza. Cuando caigas en la cuenta de que el mundo virtual era muy lindo, pero era solo eso: puro humo, nada concreto.

Cuando todo lo que aprendimos en la vida no nos preparó para lo que está por venir.

Si la pandemia afectó unos meses de nuestra vida, la recuperación nos puede llevar unos buenos años.

Sería bueno comenzar a preparar todas las herramientas a nuestro alcance para superar los desafíos por venir. Todos inéditos. Todos nuevos y nosotros sin experiencia previa.

Te preguntarás: ¿qué herramientas?

Las herramientas que siempre usó el ser humano para superar las situaciones traumáticas:

  • La resiliencia, que desnuda lo mejor de nosotros en los peores momentos.
  • La solidaridad, que nos hace mejores a cada momento
  • La humildad, que nos ubica en el lugar exacto en el momento indicado
  • El sentido común, que nos indica qué hacer cuando no sabemos qué hacer
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