Debería gritar, debería llorar.

Maldecir e insultar. Patalear y reclamar.

Debería quejarme y estar angustiado

Insultar y pedir explicaciones.

Debería estar quebrado, triste y deprimido.

Preguntar por qué y seguir llorando.

Debería odiar, cerrar fuertemente los puños y pedir justicia.

Apretar los dientes y sentir rencor.

Golpearme el pecho, tomarme la cabeza y clamar al cielo

Debería estar quebrado, tirado en la cama en una profunda depresión.

Mirar al pasado, aborrecer el presente e ignorar el futuro.

Debería perder la fe, la esperanza y bajar los brazos.

No quisiera que me veas vencido y con la cabeza gacha.

Por ti, mi amor, seguiré como siempre.

Seré un poste de hierro inamovible, siempre dispuesto a sostenerte en toda circunstancia

Para que puedas apoyarte en momentos de crisis o cuando necesites apoyo en tu camino.

No me moveré de aquí. Estoy aquí para guiarte, contenerte y amarte.

Se que no me necesitas, igual estaré atento. Estés donde estés estaré a tu lado.

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Un comentario en “COMO UN POSTE DE HIERRO”

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